El Solitario atraerá a los que no quieran pensar demasiado, basándose únicamente en su propia observación natural, así como en su velocidad de reacción. En el juego propuesto, hay que seleccionar cartas del mismo valor. Luego se unen los pares con el mouse, el algoritmo del propio programa los elimina tras la intervención del operador en el lugar correcto. Luego hay que usar el siguiente conjunto para unir los pares. Detrás de cada par desaparecido se guarda otra tarjeta disponible. Y así sucesivamente hasta que todas las tareas se vuelvan historia, y un jugador de cartas satisfecho pueda presumir de su asombrosa habilidad.