Conquistar torres medievales era un reto para valientes caballeros. El noble usuario de ordenador puede probar suerte en esta difícil empresa, armado no con una espada y una lanza, sino con su propia inteligencia. Por ejemplo, un nueve "atraerá" un ocho o un diez de cualquier naipe, lo que revelará los elementos que yacen en las "camisas" de tablero hacia arriba. solo después de que todo se haya revelado, el aspirante podrá declarar que la composición está completa. La perseverancia y la atención pueden hacer maravillas si se sabe controlar la excitación.