El repartidor de cartas electrónico forma una estructura ornamentada ante los ojos del usuario, que visualmente se asemeja a una secuencia montañosa. Las cartas de este campo están dispuestas tanto abiertas como boca abajo, lo que hace imposible evaluar sus valores. Todo entra en la baraja común según el principio de la coincidencia de valores. Es decir, tanto los nueves como los sietes pueden ir a un ocho, pero solo la última carta de la baraja común permite crear una secuencia lógica, por lo que hay que darse prisa para llegar a los figurantes ocultos para que todos los actores estén a tiempo en sus lugares. Los contendientes se pueden arrastrar o mover haciendo doble clic con el "mouse".
- Solitario Golf
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«Seis picos»