Las formas rectangulares suelen ser relajantes. Pero es poco probable que esta construcción de sus cartas tenga un efecto psicológico tranquilizador. Después de todo, el juego requiere una concentración extrema. Para ordenar este "apilamiento" de mezcla "pública" de la dignidad más inesperado, tendrá que mover todo en una sola baraja, formando parejas, por ejemplo, de la reina de corazones y diez de trébol y luego en esta secuencia encajará ya "J" de trébol. Esto le permite despejar el área operativa de jugadores redundantes, progresando gradualmente hasta el final de la épica de las cartas.
